Desde Nova Prevenció, y en consonancia con las respectivas UPC de los Ayuntamientos de Moncada, Catarroja y Cullera (desde aquí un sincero gracias, Pilar), hemos llevado a cabo un paquete de actividades de prevención sobre las TIC (tecnologías de la información y comunicación) en el IES Tierno Galván, el colegio S. Jaime Apóstol y el Centro Social de la localidad de Moncada; en los colegios S. Antonio, S. Antonio II, Larrodé y el IES Berenguer Dalmau de Catarroja; y en diversos centros del municipio de Cullera.
Estas actividades de prevención han consistido en talleres participativos y dinámicos sobre el buen uso de las TIC, con una duración estimada en dos horas, focalizando su estructura en dos partes: por un lado la prevención general, información y sensibilización sobre las consecuencias que un abuso o mal uso del móvil, internet y demás TIC pueden generar; y por otro buscando una prevención específica sobre el cyber-bullying. Ambos problemas (cyber-bullying y riesgo de adicción) se retroalimentan dentro de las edades que comprenden los cursos de ESO y Bachillerato, con lo que la prevención entendida como estímulo a la autocrítica y el desarrollo personal en cuanto al uso de las TIC se antoja como un recurso necesario dentro del patrón educativo de los jóvenes.
Las TIC van a ser cada vez más unos dispositivos unidos a nuestra cotidianidad que precisarán de una reflexión comportamental hacia ellas, resultando básica la prevención de posibles trastornos adictivos. Integrar estas actividades dentro del vehículo curricular de los jóvenes ayuda a anticipar cualquier atisbo de adicción y promueve el crecimiento personal hacia aspectos prácticos de su vida diaria; de ahí que nuestras actividades de prevención no se reduzcan a meres directrices a dedo enviadas a los jóvenes, sino que buscamos su participación en pos de un formación de opinión mutua, donde se reflexione sin mediaciones dirigidas acerca de la responsabilidad en el uso de las TIC.
Tal labor de prevención no sólo depende de nuestro granito de arena, sino que sin una perspectiva holística que englobe a padres y madres, profesores y educadores la prevención carece de sentido: ese ese conjunto referencial el que debe estimular a los jóvenes a adoptar posturas responsables y coherentes en cuanto a la manera en que usan el móvil o respecto al tiempo que navegan en internet. Demonizar las TIC es un absurdo, pero sin educación básica y prevención sobre ellas incurriremos en una falla que puede desembocar en perjuicios (a veces severos) sobre la salud y el comportamiento social de nuestros jóvenes.