El diario El País publicaba el pasado 22 de Enero un artículo donde informaba del drástico aumento en los últimos años en cuanto al abuso de fármacos hipnosedantes. Teniendo al trankimazin y al orfidal como cabezas visibles, el consumo de ansiolíticos y antidepresivos ha aumentado durante la actual crisis económica hasta situarse justo por detrás del alcohol y el tabaco (superando al cannabis); que si bien siguen siendo las drogas más consumidas en el Estado español han visto reducido su consumo muy ligeramente.
El perfil de la persona con problemas de abuso de hipnosedantes se materializa en mujer, mayor de 35 años y con problemas económicos (falta de empleo, hipoteca asfixiante…); pero se nos advierte de que ni mucho menos el problema del abuso se reduce a esta tipología sino que se ha extendido a otras. Según opiniones contrastadas dentro de los profesionales médicos, se nos cuenta cómo la simple medicación no es la solución ante problemáticas como la depresión y la ansiedad, apoyando el sometimiento a terapias y la prevención. Luis Bononato, de Proyecto Hombre considera que la alta normalización y aceptación social de estos medicamentos ayuda a su consumo irresponsable y abusivo.
Desde Nova Prevenció consideramos pues que una temprana información y labor preventiva en cuanto a los riesgos -como la alta dependencia- que puede conllevar el abuso de estos fármacos es una estrategia valiosísima en materia de salud sociosanitaria.