Afortunadamente, las sucesivas campañas e iniciativas desarrolladas en prevención a lo largo de los años han ido calando en la sociedad. La idea de que la prevención ya sea del abuso de drogas, contagio de enfermedades de transmisión sexual y accidentes de carretera – por poner algunos ejemplos de problemáticas importantes – ha ido afianzándose. Tanto las autoridades como los ciudadanos estamos concienciados de la frase “prevenir es mejor que curar”.
Pasaron aquellos momentos donde las actividades de prevención eran un “todo vale“, propiciado por dos factores principales; el primero, que no se tenía una idea clara de qué había que hacer para prevenir y el segundo que las diferentes acciones estaban motivadas por acciones aisladas, más bien impulsadas por las ganas de ayudar, por la buena voluntad, que por conocimientos sólidos y por experiencia acumulada.
La sociedad actual nos pide así que seamos eficaces en prevención. Que haya una educación para la salud innovadora, que se sirva de todos los conocimientos disponibles desde la investigación y desde la práctica sobre el terreno, que llegue bien a sus destinatarios y que repercuta de manera positiva y clara en aquellos hacia los que va dirigida. En la asociación Nova Prevenció (www.novaprevencio.org) estamos convencidos de la importancia de ser eficaces (no sólo de “hacer cosas en prevención”), de la importancia de una adecuada planificación y evaluación de las acciones.
La buena noticia es que esta prevención es posible. A un nivel teórico disponemos de teorías y modelos validados, por lo que podemos diseñar intervenciones basadas en esos conocimientos. Por otro lado, utilizamos aquellos instrumentos de trabajo sobre el terreno que permitan sensibilizar, comunicar y lograr hacer pasar el mensaje hacia los jóvenes. Además, siempre con optimismo y disfrutando de nuestro trabajo.