Hace poco el diario Levante publicaba en sus páginas cómo la depuración de aguas fecales servía para establecer cifras fiables en torno a los patrones de consumo de drogas en su variante territorial. El estudio del que el periódico se hizo eco mostraba cómo el consumo de cannabis en España era prácticamente el más elevado de Europa junto al de Dinamarca y Francia, mientras que el de cocaína también se encontraba entre los más altos de la UE. En cuanto al éxtasis y drogas sintéticas, España habría experimentado una mínima regresión comparada con datos anteriores y con las muestras analizadas en los países escandinavos, principales consumidores de tales sustancias.
Imagen cortesía de Moyan Brenn.
Con la llegada del verano se multiplican las posibilidades de ocio recreativo visto el periodo vacacional y el buen tiempo, lo que suele acarrear un aumento en el consumo de drogas y una necesidad de prevención e información al respecto todavía más acuciante. Policía y Guardia Civil intensifican controles de tráfico y seguridad en vías de alta peligrosidad o en eventos como los numerosos festivales de música que se celebran en todo el territorio, pero la sanción es la sanción y la prevención supone otro tipo de perspectiva.
Otro diario, esta vez El País, mostraba el mes pasado en sus páginas un estudio que revelaba que durante dicho mes el 72% de los jóvenes entre 14 y 18 años habían consumido alcohol, ciñéndose tales cifras a la comunidad autónoma de Madrid, cifras más bajas que las que encontramos la Comunidad Valenciana.
No es extraño suponer como el buen tiempo espolea el consumo recreativo y la práctica de botellones en playas y zonas de ocio cercanas a las mismas, por no hablar de la proliferación del turismo de borrachera en busca de sol y alcohol barato que algunas localidades postulan para atraer turistas de allende. Pensemos en las muertes por balconing del verano pasado como extremo y las prohibiciones de algunos municipios en cuanto a la venta de alcohol y su consumo como consecuencia de las mismas.
Prohibiciones y sanciones son paradigma de que la prevención es necesario, de que iniciativas que informen sobre los riesgos del abuso en el consumo de drogas son necesarias y no sólo durante los meses de verano: es preciso educar y promover la prevención en educación para la salud durante todo el año en pos de filtrar un mensaje que se asiente sobre las bases de nuestra sociedad y nuestro ocio, más allá de la actuación de choque de la temporada estival.
El disfrute del verano en nuestro territorio es uno de los mayores placeres posibles siempre que no lo hipotequemos bajo el abuso en el consumo de drogas. Nova Prevenció cree en sembrar durante todo el año, y ver como crece y crece esa cosecha; sana, educada y saludable.