ALGUNOS APUNTES ACERCA DE LOS PROGRAMAS DE PREVENCIÓN DE LAS DROGODEPENDENCIAS EN ESPAÑA
Sin lugar a dudas, la prevención es una de las líneas prioritarias para los Planes Autonómicos de Drogas (PAD) y para la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas (DGPND), como así lo demuestra el hecho de que cada vez se han utilizado más recursos económicos desde principios de este siglo hasta 2009 para la prevención de las drogodependencias. Como podemos observar a continuación, el número de participantes en los distintos tipos de programas preventivos apenas sufre variaciones significativas, aunque disminuye ligeramente el número de escolares en programas estructurados y de menores vulnerables, a la vez que aumenta significativamente el número de familias participantes en programas y ligeramente el número de profesores formados.
Destinatarios |
2008 |
2009 |
Nº de escolares en programas estructurados |
1.602.821 |
1.394.755 |
Nº de escolares en actividades puntuales |
400.000 |
435.499 |
Nº de profesores |
30.180 |
68.043 |
Nº de familiares |
152.822 |
172.923 |
Nº de menores en riesgo |
41.489 |
37.352 |
Nº de participantes en programas de ocio alternativo |
565.650 |
495.857 |
Tabla 2.1.: Número de participantes en programas de prevención en España, 2009
Siguiendo la clasificación que el PND realiza sobre los tipos de prevención, se puede agrupar los programas preventivos de drogodependencias de la siguiente manera:
- Programas de prevención universal. Son aquellos que se dirigen a todo un grupo diana sin distinción (por ejemplo, si la prevención va dirigida a la población adolescente, los programas de prevención universal se dirigen a todos/as los/as adolescentes, beneficiándolos a todos por igual). Son perspectivas amplias, menos intensas y menos costosas que otras que se orientan a conseguir cambios de comportamiento duraderos. La mayoría de programas preventivos se orientan a la prevención universal. Estos, a su vez, se pueden dividir en:
- Programas de prevención escolar. En estos últimos años se han convertido en los programas con mayor relevancia en la prevención de las drogodependencias. Estos programas permiten llegar a una importante parte de la población escolarizada en la edad de máximo riesgo para el consumo de drogas. Esto ha llevado a que muchas intervenciones preventivas se realizan exclusivamente en la escuela, por lo que es donde hay más programas preventivos evaluados. En su gran mayoría, estos programas buscan conseguir que los/as jóvenes no consuman drogas o retrasen la edad de inicio.
- Programas de prevención familiar. En los últimos años los programas dirigidos a las familias han incrementado su relevancia al conocerse cada vez más, por los factores de riesgo y protección, la importancia de las mismas en la etiología del consumo de drogas.
Lo que hacen estos programas es fomentar habilidades educativas y de comunicación en el seno familiar, incrementar el sentido de competencia de los padres y su capacidad para la resolución de problemas y concienciarlos de la importancia que tienen como agentes de salud para sus hijos.
- Programas de prevención comunitaria. Estos programas pretenden prevenir el consumo de drogas en una comunidad concreta poniendo en marcha distintos recursos para lograr este fin. El objetivo que pretende es reforzar los mensajes y normas de la comunidad en contra del abuso de drogas y la preservación de la salud. Implica poner en marcha distintos recursos y medios comunitarios y, con ello, la participación y movilización de distintas instituciones, organizaciones, colectivos, grupos y personas de la comunidad.
- Programas de prevención laboral. Tanto desde las administraciones como desde los sindicatos y asociaciones patronales, y especialmente desde muchas grandes empresas, se han puesto en marcha distintos programas para prevenir el consumo abusivo de drogas en el ámbito laboral. La mayor parte de estos programas se han centrado en las drogas de tipo legal, aunque sin dejar de lado las ilegales. Ello viene dado por la relevancia que tiene el consumo de alcohol, y sus consecuencias en la salud y en la accidentabilidad laboral, como en el tabaco, por la morbi-mortalidad que la misma produce.
- Programas de prevención sanitaria. Estos programas abarcan a todos los profesionales sanitarios, bien estén trabajando en atención primaria, en hospitales, en consultas especializadas, o en cualquier servicio sanitario. Se orienta este tipo de prevención a la educación para la salud. El objetivo es la detección precoz de los problemas relacionados con el consumo de drogas, para con ello poder intervenir bien sea a nivel preventivo o bien a nivel de realizar con dichas personas un tratamiento concreto.
- Programas de prevención selectiva. Son aquellos que se dirigen a un subgrupo de la población diana que tienen un riesgo mayor de ser consumidores que el promedio de las personas de esa edad. Se dirige, por tanto, a grupos de riesgo.
Los programas de prevención en España tienen un enfoque fundamentalmente escolar y persiguen prioritariamente reforzar las capacidades personales para enfrentarse a las situaciones críticas a las que los individuos se enfrentan con respecto al consumo de drogas. Por ello, la mayoría de intervenciones preventivas en la escuela se dirigen a los propios escolares, pero cada vez más se incluyen en las mismas a sus padres y a sus madres.
Los programas estructurados aplicados en el aula con un enfoque básico de habilidades para la vida son los más habituales en la prevención escolar. Se tratan de manuales con procedimientos preestablecidos de más de cinco sesiones. Según los datos proporcionados por los PAD, aproximadamente 1.400.000 alumnos de 9.405 centros escolares han participado en aproximadamente 100 programas de este tipo en el año 2009. En el año 2000, por ejemplo, participaron en esta clase de programas 392.531 escolares, de manera que 9 años después han participado más del triple de escolares en esta clase de programas, aunque es cierto que en 2009 se sufrió un ligero descenso con respecto al año anterior (208.066 participantes menos), rompiendo la tendencia ascendente de la última década. Los principales problemas en la implementación de programas escolares preventivos, según los PAD, son la dificultad de implicar al profesorado y la amplia oferta de otro tipo de actividades y de instituciones que reciben los centros escolares. En el tercer apartado hablaremos más detalladamente de este tipo de programas.
En estos últimos años se han ido implementando cada vez más programas de prevención familiar, aunque la cobertura de este tipo de programa sigue siendo limitada en comparación con los programas escolares. En efecto, en 2009 participaron en este tipo de programas 172.923 padres y madres, siendo los talleres o escuelas de padres el tipo de intervención familiar más característica. Generalmente, en este tipo de recursos preventivos se trabajan competencias educativas en los padres para promover factores de protección en la familia. A continuación comprobaremos esa tendencia ascendente que se produce desde 2005 en la participación de padres y madres en este tipo de programas:
Año |
Número de padres y madres participantes |
2004 |
96.468 |
2005 |
72.543 |
2006 |
84.346 |
2007 |
139.119 |
2008 |
150.000 |
2009 |
172.923 |
Tabla 2.2.: Número de padres y madres participantes en programas de prevención (2004-2009)
Además, se siguen realizando intervenciones puntuales como charlas y sesiones informativas. No hay que olvidar tampoco las actividades encaminadas a capacitar a los padres y madres como mediadores preventivos e incluso como formadores de otros padres y madres llevadas a cabo por AMPAS, CEAPA y CONCAPA, con una tendencia a realizar programas concentrados y con menos sesiones, facilitando de esta manera una mayor asistencia por parte de los familiares. A pesar de que existe una gran cantidad de programas familiares que se aplican en centros educativos o comunitarios, en estos últimos años se han ido consolidando aquellos más estructurados, como Moneo, Valer o Zeus.
Los programas de ocio alternativo tienen una fuerte presencia en nuestro país. De hecho, todos los PAD desarrollan o financian actividades de ocio alternativo a adolescentes y jóvenes, fundamentalmente los fines de semana. En 2009 participaron 500.000 personas en este tipo de programas y la DGPND subvencionó 66 programas a corporaciones locales para que desarrollaran programas de este tipo. Este tipo de actividades suelen ser de corta duración, en fines de semana o vacaciones, aunque existen programas que tienen una mayor intensidad y continuidad, como Alcazul (Castilla-La Mancha), con más de 1.300 participantes, o Búrlalas (Murcia), programa de ocio alternativo apoyado en una campaña de prevención.
Junto a estos programas podemos encontrar iniciativas dirigidas al ocio nocturno (básicamente en zonas de botellón o durante fiestas patronales), en los que se ofrece información sobre drogas, pruebas de alcoholemia, transporte alternativo y análisis de sustancias. Este tipo de actividades suelen ser realizadas por ONGs del sector, como Cruz Roja (con su programa Som-nit), Energy Control o Controla Club. Además, en el espacio de ocio nocturno se desarrollan cada vez más acciones en colaboración con el sector de hostelería, como pueden ser los programas de formación para la dispensación responsable de bebidas alcohólicas por parte del sector hostelero y la reducción de daños relacionados con las drogas.
El profesorado de autoescuelas es otro de los colectivos con los que en estos últimos años se ha empezado a trabajar, pues cada vez solicitan más apoyo a los Planes Autonómicos y Locales sobre Drogas par a aplicar programas de prevención basados en el binomio drogas-conducción y que amplían los contenidos incluidos por la Dirección General de Tráfico. Además, en los últimos años se ha trabajado con la población universitaria con programas orientados a la sensibilización y la reducción de riesgos asociados al consumo.
Vicente Andrés Montolío Izquierdo